Iris × germanica L.
LiliaceaeIris era el nombre con el que los griegos llamaban a la diosa mensajera del Olimpo. El lirio representa el amor perdido y la aflicción, pues Iris tenía el cometido de guiar a los jóvenes fallecidos en su camino hacia la otra vida. Los lirios se utilizan en jardinería desde la época romana, siendo los musulmanes los que han extendido su cultivo por el Mediterráneo, asociado precisamente al culto a los muertos. En el género poético andalusí sobre jardines que se conoció como rawdiyyat -de rawd, “jardines” en árabe-, el lirio azul es habitualmente comparado con una turquesa y su color, semejante al cielo, era considerado superior al blanco de su hermana la azucena, llamada en al-Andalus sawsan. Flor emblemática en muchos estados europeos, en Francia, la flor de lis, que no es sino un lirio estilizado, es su emblema heráldico; en Florencia es el lirio blanco, natural de la ciudad italiana, en cuyas murallas se dice que florece. Además de por su valor simbólico y ornamental, los lirios han sido cultivados para usarlos en cosmética y en farmacopea. Son una tentación para los insectos, que se adentran en busca de néctar en su interior, especialmente diseñado en forma de espiral para que sus huéspedes se embadurnen de polen y lo lleven así a otra flor.